Relato rolero: Por unas pocas monedas

Aquí tenéis un pequeño relato rolero de la pluma del compañero Marcos López "Bellotón" con ese estilo en primera persona que tanto le caracteriza. Este relato tiene por título "Por unas pocas monedas" y será el primero de los muchos que compartiremos en el blog.

Por unas pocas monedas

Siento el sudor frío por la cara, pero el cuerpo me arde. Despierto por el griterío de la gente a la que comienzo a ver borrosa a través del yelmo. Me duele el cuerpo por varios sitios.
Espera, ya recuerdo...
Estoy en una pelea ilegal en este antro perdido de esta ciudad del pecado. Y mi mayor error ha sido aceptar esta sucia pelea por unas sucias monedas. Me incorporo un poco y lo veo. Ahí, de pie, jalonado por la muchedumbre que apuesta fuerte por su victoria.
Yo también lo haría, viendo a esa bestia parda de tres metros largos de puro músculo. Es un ogro descomunal de brazos como jamones y enormes manos que ondea el garrote más colosal que jamás he visto como si fuera un palillo.
Recupero el aliento y recuerdo que ya he recibido algún mamporro con él y que estoy muy cerca de ser el próximo festín del aclamado rey del foro; no solo alimentando su buche sino también su leyenda imbatible.
Ha llegado el momento de hacer algo. Casi no me queda tiempo para salir con vida de esta. Es ahora o nunca. Me levanto y miro alrededor. La que supuestamente era mi arma, una maltrecha hacha a dos manos, está cerca de mi posición. ¡Qué predecibles son! Como soy un enano de las montañas dan por hecho que tengo que llevar una...
Y cierto, vuesas mercedes, han dado en el clavo. Aunque hubiera preferido una ballesta o incluso una maza, tengo que reconocer que el filo de este arma tiene el aspecto de poder cortar el diamante. Voy a descuartizar a ese engendro enorme y grasiento que tengo justo enfrente. Y para celebrarlo voy a gastar, con sumo gusto, la mitad del premio en la mejor cerveza.
Corro hacia el arma. La agarró con fuerza y grito: "¡Venga, trozo de carne! ¿Crees que con cuatro golpes vas a cenar carne fresca esta noche? Me parece que vas mal encaminado en tu teoría".
Entonces cargo hacia esa bestialidad que, de pronto, deja de reír, observándome con ojos furiosos y llenos de odio. Camina lentamente hacia mí, enarbolando su gigantesco garrote con la malsana necesidad de romper mi cabeza o cualquier otra parte de mi cuerpo.
Siento un sudor frío en la cara, pero el cuerpo me arde. Escucho voces altas y un dolor por el cuerpo, pero aún puedo gesticular palabra y digo: "Mesonero, póngame otra jarra de la hidromiel que tenga y no se corte; puede acercarme ya ese barril de cerveza enana que me lo voy a beber en breve".
Es entonces cuando me doy a vuelta y veo el gentío en la taberna; cantando y gritando, borrachos por el alcohol que han tomado a mi salud. Mientras, sentado en la barra, acaricio el oro que llevo en la bolsa mientras observo, con cierta gracia, la cabeza del ogro que llevo ahora de compañero de juergas.
Y vaya que si cortaba el hacha que me he quedado... Creo que le voy a dar un buen uso a sus extraordinarias cualidades.



Texto de Marcos López "Bellotón" con aportaciones de Capitán Mordigan. Ilustración por Luis Gimeno Romero. Esta obra está distribuida por lospergaminosdelfenix.com bajo licencia Creative Commons Atribución - No comercial - Compartir igual 4.0 internacional.


Podrás crear contenido con nuestro material siempre y cuando se realice con fines no comerciales, reconociendo la autoría y la nueva creación esté bajo una licencia con los mismos términos. ¡Así todos podremos disfrutar de ese material y hacerlo más grande todavía!

Comentarios

Entradas populares